miércoles, 14 de septiembre de 2016

Martes y trece en GAUCÍN

Por fin las primeras lluvias o chaparrones, que tanta falta hacen para que nuestros campos se vuelvan a vestir de verde, verde esperanza. 

Como los chorros del oro se quedó el pueblo, blanco, blanquísimo, fuera ya el polvo acumulado las casas se ven  relucientes, después de que las fachadas estén recién pintadas con motivo de las fiestas que ya pasaron y la costumbre de aquí de encalar antes de las mismas.
Vista lateral desde mi terraza

Otra de las vistas desde mi terraza

El mar y el Peñón de Gibraltar desde mi terraza
El día invitaba a eso, a salir y percibir con todos los sentidos esa magia que es la naturaleza, esa que un día te asas de calor y al otro, este caso, casi te tienes que echar una rebequilla.
Vistas desde El Barrio Alto

Vistas a sierra Espartina

Barrio de Gaucín

Al fondo Cortes de La Frontera
Temprano hice las primeras fotos desde mi terraza, en ella se ve nuestro castillo del Águila, la torre de la iglesia, tejados y chimeneas de vecinos y al otro lado, desde un lateral, la sierra Hacho, sierra Espartinas y campos. Si miro al frente, más tejados y casas y en el horizonte un trozo de mar con sus barcos, La Línea, Algeciras, el Peñón de Gibraltar y muy a lo lejos, en el norte de Marruecos el monte Jebel Musa, conocido también con el nombre de “Mujer Muerta”, esto se debe a que desde Ceuta la silueta de la montaña se asemeja a una mujer tumbada.
Calles limpias

El Pino

Por fin se ve un poco de verde

Gaucín y sierra Crestellina
No llovió mucho, pero lo suficiente para ver el pueblo con otra perspectiva, los nublados, hacen de filtro y las fotos adquieren otro color.
Desde muy alto

Gaucín en septiembre
Termino diciendo, que las calles chorreaban agua y como casi todas son cuestas, quedan impolutas.
Gaucín
Bienvenida siempre, aguas primeras y mansas de septiembre.


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