Aprovechando que está aquí una amiga a la que le gustan tanto como a mi las aventuras, ni siquiera nos lo hemos pensado dos veces y para arriba. En principio sólo íbamos a dar un paseo por la falda del Hacho, llegar al puerto de los hinojales y seguir un poco más y vuelta atrás, claro que cada vez somos más rápidas en hacer el recorrido y como que nos supo a poco y no había nada con lo que entretenernos por el camino, me refiero a las plantitas que están por salir aún, como las orquídeas o narcisos. Pues eso, que a lo tonto nos hemos complicado un poco el día y decidimos subir sin más a la bella, estática y admirada sierra Hacho.
¿Qué estamos como una cabra?¡ Pues sí, para subir a la sierra hay que estarlo un poco!
Como siempre os dejo las fotos de este estupendo día nuboso y ventoso.
Hasta la próxima aventura.
