Por esas fechas trabajaba de niñera interna, pero lo que me llevó allí no fue el trabajo, sino que entonces ya salía con el que hoy es mi marido, él estudiaba en la capital.
Menudos garbeos por el paseo marítimo de La Farola y que buenas las empanadillas en obleas que hacían en un obrador cerca de la casa.
Otra de las vueltas que hacíamos era subir al castillo de Gibralfaro, ocasión por la que escribo esto.
¡Han tenido que pasar más de 30 años para volver allí!
Así que con motivo de mi cumpleaños, que ha sido hace poco, me levanté esa mañana queriendo ir a este sitio en concreto, intentando recordar lo dulcemente vivido años atrás.
Y ya de paso, también visitamos La Alcazaba.
¡Qué bonita está Málaga!
Vistas con El Centre Pompidou |
Puerto y crucero |
Puerto, Alameda y Catedral |
Catedral |
Vistas desde La Alcazaba |
Seguiré contando en otra ocasión.
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