El
otoño junto a la primavera son de las estaciones preferidas por mí.
Aunque
la lluvia de otros años aún no ha hecho presencia, se puede caminar por el
monte sin ese calor agobiante del verano y disfrutar de la sombra que
proporcionan los árboles en el camino.
Ya
se notan cambios, frutos maduros, riquísimas castañas, nueces, bellotas,
granadas, las últimas moras muy maduras, madroños, membrillos y por su puesto,
algunas setas.
Los
árboles como los castaños, pinos, quejigos, alcornoques, encinas, acebuches y
algarrobos, junto al matorral, brezo, jaras, lentisco y helechos, hacen una
combinación extraordinaria de color y si añadimos la luz al caer la tarde, no
se puede pedir más.
Yo
lo disfruto cada vez que puedo y aquí mismo muy cerquita de la casa, contamos
con los mejores paseos otoñales, por el valle del Genal, la serranía de Ronda y
el parque natural de los alcornocales.
Como
he dicho antes,¡no se puede vivir en un sitio mejor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario